domingo, 27 de mayo de 2012
Control de tracción.
El control de tracción lo que hace es simplemente restar potencia al motor cuando una de las ruedas motrices patina y el conductor sigue acelerando, por ejemplo, al arrancar sobre firme deslizante. Funciona de forma completamente automática, y la única intervención que te permite es desconectarlo mediante el botón que tienes junto al lado del freno de mano. Desconectarlo puede venir bien en un momento dado si te quedas atascada (por ejemplo en la nieve), pues en este caso sí puede ser más fácil sacar el coche modulando la fuerza que llega a las ruedas con el embrague y el acelerador. Lo más probable es que no tengas que utilizar nunca ese botón
El funcionamiento del ESP es bastante más complejo, pues lo que hace es estabilizar el vehículo para que no pierda la trayectoria. Para ello el sistema se sirve de unos sensores que detectan si el coche gira sobre su eje central, y comparan este movimiento con el ángulo de giro del volante. Si es necesario, el ESP frenará de forma selectiva una o varias ruedas para compensar la posible aparición de un subviraje (el coche tiende a seguir recto) o de un sobreviraje (el coche comienza a deslizar de la parte trasera, lo que puede provocar un trompo).
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